Conclusión

El tratamiento de la obesidad es complicado y son pocos los pacientes que acuden regularmente a las consultas de seguimiento. Para realizar un tratamiento adecuado se requiere un equipo multidisciplinar compuesto de pediatras, dietistas, enfermeras, psicólogos y psiquiatras. El tratamiento con éxito de la obesidad reside en la disminución de la ingesta calórica en relación con el gasto energético, enseñando a la vez hábitos de alimentación y de estilo de vida apropiados que promuevan a largo plazo el mantenimiento del peso ideal.

Algunos de los tratamientos más comunes para bajar de peso son:

• Seguir una dieta balanceada en la que se minimice considerablemente la cantidad de calorías que se ingieren diariamente. Las dietas se deben implementar con ejercicio.
• Existen lugares que ofrecen la posibilidad de internarse durante un determinado tiempo para seguir un tratamiento completo y estricto. En estos hospitales, existe un control continuo que ayuda a contener a la persona y llevarla para que consiga una disminución rápida y controlada de peso.
• En ciertos casos, además de seguir una dieta y realizar ejercicio físico, es recomendable acudir a un psicólogo. En muchos de estos, el origen de la obesidad se debe a cuestiones psicológicas que se deben de tratar. Asimismo puede ocurrir que a una persona le resulte muy difícil llevar una dieta, por lo cual un psicólogo podría ayudarle. De esta manera, evitará caer en posibles ataques de nuevo.
• Otra opción muy conocida es tomar medicamentos. Hay que tener sumo cuidado con este opción ya que existen en el mercado cantidad de productos que se ofrecen para bajar “mágicamente” de peso. La mayor parte de estas son creadas por charlatanes que mas que crear una solución abren paso a complicaciones mayores. Si se opta por medicarse, se debe de acudir a un especialista que pueda supervisar el tratamiento
• La cirugia es otra opción para los casos más severos de obesidad. Generalmente solo se recomienda la cirugía cuando ya se ha probado con otros tratamientos para la obesidad y no se han conseguido resultados o en casos en que exista riesgos de otras enfermedades ocasionadas por el exceso de peso.

Algunos consejos a seguir por una persona que padece de obesidad son:

• En primer lugar, reducir el consumo de grasas y azúcares.
• Implementar una rutina de ejercicios diarios. Se puede empezar por realizar cada día por lo menos 30 minutos caminando; además de ayudar a nuestro organismo es bueno para conservar la estética.
• Mantener un metabolismo lo más constante posible. Para ello, se recomienda no dejar pasar más de 4 horas sin comer. Aquello que se coma entre comidas no deben ser productos grasos ni con azúcar. Algunas opciones pueden ser, un caldo sin grasa, un yogurth o una fruta. Hacer ayuno o no comer durante mucho tiempo no es una forma saludable de bajar de peso.
• Para combatir la obesidad también es importante reducir notoriamente el tamaño de las porciones o raciones que uno se sirve. No por servirse menos comida significa que vayas a adelgazar, sino todo lo contrario implica que uno deseeara probar algo entre comidas y se llevaran a cabo mas comidas de las necesarias.
  

  
  

  

  Pirámide nutricional

• Es importante eliminar las famosas “tentaciones” o “escondites” ya que si no lo hacemos es porque realmente no queremos acabar con esta enfermedad.
• Aumentar el consumo de frutas y verduras.
• Disminuir el consumo de carnes rojas.
  
  

En conclusión, la obesidad infantil es una enfermedad, incluso denominada una epidemia por la organización mundial de salud, que es causada por el sedimentarismo, la ingesta de alimentos grasosos, chatarra, combinados con la mala alimentación, bebidas con exceso de azucares y la pobre activación física, en acuerdo con el aumento de las tecnologías que propician el aislamiento y el reposo, que afecta notablemente la condición física y emocional de los pequeños, que sólo se puede corregir, cambiando los hábitos de vida e implementando nuevos programas de activación como lo esta haciendo el gobierno en la actualidad. Está en la conciencia de los padres, mantener su salud y la salud de sus hijos, pues deben pensar que los niños aún no tienen conciencia de todo lo que puede desarrollar padecer esta enfermedad, así que es tarea de los adultos, ayudar a prevenir esta enfermedad.